20.3.11

Nunca.

No has cumplido la única condición que habíamos establecido: ‘no decir nunca te quiero’. ¿Acaso era tan difícil? Lo firmamos en la servilleta de un bar de carretera. El bar donde follamos por primera vez, donde dijimos que nos tendríamos siempre el uno al otro cumpliendo una única condición. Pero no, por un puto cortocircuito mental tuyo has tenido que romper las reglas del juego. Y lo peor de todo es que yo he aguantado sin decírtelo y me he tragado esas palabras casi día a día.